16 gener 2017

Ha mort Gonzalo Puente Ojea

Com a comiat de Gonzalo Puente Ojea

 

Ha mort Gonzalo Puente Ojea, qui en dues ocasions va participar en sessions del Fòrum de Debats: conferència  ‘Política i Religió’, del 29 de març de 2008  i tertúlia ‘Va existir Jesús realment?’ amb en Llogari Pujol, del dia 5 de novembre de 2010.

Gonzalo Puente Ojea va investigar sobre els origens del cristianisme i altres temes antropològics i religiosos. Era diplomàtic i el seu últim nomenament com a tal va ser el d’embaixador d’Espanya al Vaticà, l’any 1985. Dos anys més tard va ser cessat del càrrec pel mateix qui l’hi havia posat, el president del govern espanyol Felipe González; aquest cessament va ser degut a la intransigència ideològica i a una concepció de la veritat absoluta, acrítica i ahistòrica de l’Estat Vaticà.
Ens plau recordar-lo ara amb un petit text que ens deixarà constància de la seva actitud molt compromesa, nítida i contundent enfront de totes les mentides i artimanyes dels poders polítics, econòmics i de tota mena: un petit retall d’una entrevista publicada l’any 2011:

“La Constitución monárquica de 1978 sólo merece su abrogación y su olvido, pues nació de un perjurio institucional y de una ruin deslealtad. Perjurio, es decir, violación del respeto y estricto cumplimiento de las Leyes Fundamentales y de los Principios del Movimiento Nacional, del heredero del caudillo y designado por él, en un acto injurioso para la ciudadanía, para sucederle con atributos regios. Perjurio también de unos procuradores de las Cortes y de unos Consejeros Nacionales que habían prestado esos mismos juramentos solemnes. Eran estos juramentos de las mencionadas leyes y normas institucionales la única cobertura jurídica de las funciones encomendadas por el dictador. Deslealtad, es decir, abandono del compromiso ideológico y político que los partidos antifranquistas habían contraído con sus seguidores cuando llegase el día de cumplirlo. Aquellos habían prevaricado para conservar tanto poder como fuera posible, en una coyuntura histórica difícil para ellos. Estos desertaron para satisfacer sus ansias de un poder que codiciaban. Todos llegaron en seguida a sus arreglos lampedusianos para un cambio de papeles que simulase que todo iba a ser diferente a fin de que todo siga igual. Las mismas máscaras y detrás otros actores dispuestos a bailar la danza de los cambios de los cargos, las prebendas, los negocios, las prevaricaciones, exhortando a los ciudadanos dinastas, la misma Iglesia, la misma desigualdad, el mismo atropello de la libertad de conciencia, la misma industria mediática al servicio de los políticos o de los magnates. Y la nación encanallándose cada día más.
¿Será posible algún día, por ejemplo, que nuestros hijos o nuestros nietos puedan conocer una España republicana y democrática donde todos y cada uno de los ciudadanos disfruten de la libertad de conciencia sin discriminaciones, y de la garantía legal de la igualdad formal de todas las conciencias cualesquiera que sean sus contenidos y sus convicciones, y sin que la legislación esté orientada a trasladar dinero de los bolsillos de unos ciudadanos a los bolsillos de otros ciudadanos por el hecho de creer o pensar de modo diferente… dónde no impere el pensamiento único, la censura o la autocensura…?”